lunes, 31 de mayo de 2010

Juegos en Línea

Recuerdo un verano, hace ya muchos años, cuando unos amigos me invitaron por primera vez a unas cabinas de internet (conocidas como cibercafés en otros lares) a jugar juegos en linea. En ese tiempo estaba de moda Starcraft, yo antes había jugado uno que otro juego de estrategia en mi computadora; pero nada se comparaba a jugar un juego en línea. Debo decir que luego de jugarlo por dos horas ese primer día, las cabinas habían ganado un nuevo y lucrativo cliente, pues el resto de mi verano me pasé al menos una hora construyendo soldados y atacando países imaginarios dirigidos por mis amigos, haciendo alianzas, traicionando, ganando partidas y perdiendolas. Luego salíamos todos y conversábamos sobre los mejores momentos, las mejores estrategias, quien se "mariconeó" en su base y solo se dedico a construir defensas y en fin cosas por el estilo.
Con el tiempo salieron nuevos juegos; pero a excepción de Counter-Strike, un juego de disparos en primera persona, con el que podías jugar a policías y ladrones de manera sofisticada, no aceptamos otros juegos. La santa trinidad de los veranos y mis días de colegio era Starcraft (yo siempre jugaba con los Zerg), Counter-Strike (Mansión, una casa con enorme jardín, en donde mis amigos y yo tantas veces peleamos con cuchillos y nos disparamos con metralletas) y Half-life (parecido a counter, solo que aquí era un escenario futurista donde todos luchaban contra todos, buscando ser la persona con el mayor número de asesinatos en el día), mis notas bajaron en todos los cursos y el dinero desaparecía pagando las horas pasadas en el Internet.
En fin, los años pasaron y cuando ingresé a la universidad me alejé de los cibercafés, por falta de tiempo y sobre todo, porque casi ninguno de mis amigos de la universidad jugaba esos juegos. Una que otra vez me encontraba con algún amigo del colegio y revivíamos los viejos tiempos; pero cada vez se nos hacía más dificil encontrar cabinas con los juegos que nos gustaban, hacía años que habían pasado de moda y en vez de encontrar Starcraft y Counter, encontrábamos juegos como Gunbound y Mu (por mucho tiempo creí que este juego era de vacas ninja o algo así).
El verano pasado, unos amigos de la universidad y yo fuimos a jugar tennis (deporte recomendado, pruebenlo y les va a gustar) como ya estábamos en los últimos años de la universidad casi todo el resto de nuestros amigos trabajaban y eramos los únicos desempleados (yo sigo siendolo), era un martes por la mañana y no hacía mucho sol como para ir a la playa (que vida más vaga que tengo), luego de salir de las canchas, nos enfrentamos al gran reto de buscar la manera de pasar el resto del día. Ya nos habíamos aburrido del Play Station 3, buscar trabajo ni siquiera se nos pasaba por la cabeza y estuvimos a un pelo de inscribirnos en un curso para ser mariachis (así es mariachis), y de repente por ahí salió la idea de jugar Counter (ni siquiera imaginaba que mis amigos supieran jugarlo) y como esa fue la mejor idea nos buscamos unas cabinas para jugar. Como mencione arriba encontrar esos juegos es ahora muy difícil, así que decidimos ir a unas cabinas que se dedicaban solo a esos juegos.
Al entrar a las cabinas me llamó la atención que todo estuviera tan silencioso, el único ruido que se escuchaba era el zumbido de las computadoras, me preguntaba donde estaban los gritos de frustración, los insultos y las malas palabras. Unas cortinas oscuras ocultaban la luz del sol y el ambiente estaba tibio y pegajoso. Mientras esperábamos que se desocuparan tres computadoras, empezamos a observar a los que jugaban, la mayoría eran chiquillos pálidos de 12 o 13 años, algunos habían llevado sus almuerzos, para continuar jugando el resto del día. Solo luego de verlos entedí la triste realidad, aunque estaban juntos, casi ninguno de los chiquillos se conocían entre sí, cada uno era una isla separada del resto jugando con otros chiquillos que se encontraban en alguna lugar de Asia.
En mis tiempos los juegos en línea eran eventos sociales, donde conocíamos gente de otros colegios, los amigos nos hacíamos amigos y por ahí salia una que otra pelea; pero al menos interactuábamos con otros individuos, ahora los niños pasaban horas y horas jugando con personas a las que probablemente nunca conocerían. Ver a esos niños y comprender como habían cambiado las cosas, hizo que por primera vez me sintiera viejo.

1 comentario:

  1. Concuerdo totalemnte!! Los juegos antes eran otra cosa. Conoci mucha gente que hoy es considerada como grandes amigos.
    Que lastima que esta generacion haya perdido eso tambien.

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